Pasamos a tu sala en donde te recostaste en mis piernas, mientras veíamos una película y mis nervios aumentaron como cuando subes al montaña rusa.
Pero permanecí quieta sin demostrar ni un gramo de interés, eso solo duro un rato lo mismo que duro el chocolate que me empalagaba, quizá ese sabor controlaba mis emociones para que pudiera platicar contigo acerca de los cuidados que tenia para el tatuaje que un amigo en común te había hecho algunas horas antes.
Sin darme cuenta el tono de mi voz y la platica era mas silenciosa, mis dedos acariciaban tu oreja que tenia múltiples perforaciones, mientras girabas tu cabeza para dejar tu cuello expuesto.... ¡Oh! maldito chocolate afrodisiaco, la textura de tu piel se enchinaba y los diminutos vellos corporales se llenaban de estática.
Tus ojos se cerraron y fingió estar dormitando al menos eso creí.
8 comentarios:
o sea te engaño???? Tu cree que te engaño???
sublime... no tengo mas que decir. SUBLIME
Y en que paró el asunto??
Me late que habrá tercera parte...jeje.
Saludos!!!
Perdon, no quise decir cosas feas, ella no te engaño hermosa... lo siento.
momentos hermosos, el problema de estos instantes es que pasan tan rapido y a veces no regresan!!
genial, sobre todo cuando relatas que el tono de voz se hizo casi un susurro y que sin pensarlo siquiera tus manos ya estaban acariciando su oreja,
fantastico esa es la magia de la quimica y el poder de la atraccion
Aquí estoy, no me he ido.
Sigo avanzando hasta el próximo post.
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